martes, 27 de noviembre de 2012

La solidaridad tiene un nombre


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   www.apanda.org


La solidaridad tiene un nombre: Mario y una entidad no lucrativa: APANDA.

Juan Antonio, quiere conseguir un reto: pedalear 2.000 kilómetros, (13.242 m+) NONSTOP que es la distancia que une la ciudad de Cartagena (España) con Venecia (Italia) y lo quiere hacer sólo: él y su bicicleta, y por una noble causa: recaudar fondos destinados a APANDA, la Asociación de Padres de Niños con Discapacidad Auditiva que asiste su hijo sordo. El objetivo de Juan Antonio no es otro que su afán de superación, de reto personal, de meta deportiva con unos fines solidarios, en este caso, la solidaridad tiene un nombre: Mario y una entidad no lucrativa: APANDA.




     Hacer un sueño realidad

Juan Antonio, aficionado a la bicicleta desde que era muy pequeño, empieza a competir en la categoría de cadete con muy buenos resultados regionales y hasta entonces con mucha dedicación…, porque luego la vida “te obliga”(trabajo, familia…) y tienes que dejar “aparcada” esta afición por un tiempo… aunque en su mente siempre estuvo la idea de algún día volver a pedalear; pero ese día no llegaba… tal vez, necesitaba un motivo: algo o alguien que lo animara a dejar esa vida sedentaria y volver a su pasión. Ese alguien llegó, se llama Mario y nació con una discapacidad auditiva.

Después del “choque emocional” que supone recibir la noticia de que tu hijo es sordo, después de pasar todas las etapas de culpabilidad, no aceptación, de impotencia, de frustración… llega el día en que aceptas el problema y es cuando reaccionas emocionalmente y  Juan Antonio se da cuenta de que a pesar de lo serio de la situación, a pesar de la experiencia de dolor y sacrificio, también es una experiencia de sensibilidad y amor, porque criar un niño sordo, como Mario, o en general con cualquier discapacidad, lleva a los padres a tener un concepto de los valores de la vida y la familia, así como un afán de superación que probablemente antes no tenía.

Ejemplo de superación se llama a lo que hoy se está presentando en este proyecto. Mario y su discapacidad auditiva es la motivación que le ha llevado a este padre de un niño sordo a afrontar este reto, este desafío. En el año 2008 después de haber empezado poco a poco a entrenar de nuevo y cada vez a encontrarse físicamente mejor, Juan Antonio empieza a competir: carreras populares, triatlones, ½ Ironman, carreras con Mundobici en categoría Máster 30… y surgió una meta, un nuevo objetivo: hacer una maratón (la maratón de Venecia) y cruzar la línea de meta con su hijo en sus brazos. Y lo consiguió, y fue espectacular.

Ya en el avión de vuelta a Cartagena fue cuando verdaderamente se fraguó –lo que es hoy este proyecto- lo habló muy detenidamente con Nuria, la madre de Mario, y en ese vuelo Venecia-Cartagena surgió la idea: Volver a Venecia; pero esta vez en bicicleta.










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